Michael Inessa pintura
En la noria del amor a veces
se desorientan las gaviotas
los pies golpean con fuerza la arena
el viento intenta llevarse los pesares
hundir los volcánicos arrecifes
la luna con su luz se posa
con caricias de ternura
deslizando su haz
por el rostro compungido
no existe manso huracán
cuando la pasión es el nombre
que llevas tatuado en tu corazón
brilla también la noche
que con furia retumba
bajo el mar en la isla
estremeciendo la existencia
pero la mañana trae buques
cargados de blancos geranios
burbujas de sonrisas
malvas que flotan llegando a la orilla
que se vuelca con prisa en el cuenco
con hojas de eucalipto
para perfumar
las atormentadas lloviznas
a jirones con brillantes azules
cuando el amanecer
conquista las horas rotas
como balsa de marinero naufrago
la alborada te rescata
y comienzas a sentir
la tintineante música
del colgante que oscila
con la brisa
de la esperanza
en el alfeizar
de tu ventana…
Xiomara Beatriz
