Andrew Astroshenko
La madrugada esta sedienta …enmudecida se empeña en despertar al astro rey…pero los dioses aun duermen entre las estrellas…la voz de la aurora no los despierta… el mar se convierte en espejo cuando estalla al fin el sol...lentamente el puente es cruzado…la soledad se hace más amplia en la orilla…la mañana es ignorada por los cuerpos despojados de todo pudor…se distrae la mirada al cruzar las garzas como punta de flecha… una guía a las otras por antiguas rutas…ondulan las olas como liberadas serpientes marinas queriendo llegar impetuosamente a la costa…
Vaga la ensoñación entre quiméricos cuentos mitológicos que van vibrando bajo la antorcha del amanecer…el céfiro se hace dueño de la marea…allí la musa danza en la cresta de la ola que se eleva...mientras le susurran secretos eternos…por encima de las nubes ...se ocultan… Marte y Venus...para bosquejarse voluptuosos poemas…mientras la cítara con su melodía los acompaña …en el perpetuo perfume de amor… que mantiene en secreto cortejo…el mar se aleja con los hipnóticos ensueños…mientras la verde hierba quiere conquistar la calzada que frente a ella avanza…
El alboroto de risas sigue en el fondo ...mientras mira el dulce azul del cielo…el polvo lluvioso del camino es moteado por colores de primavera…aun las hojas mantienen el roció nocturno... pues relucen cuando los rayos luminosos las acarician…hay humedad en los campos… inciensos de vida que se desborda con placer…pasan aprisa las imagenes por la ventana de cristal como sueños fugaces…hay frescor en el ambiente pero en el corazón...un fuego permanente de locura y desmesura …que tozudamente toma el timón de los pensamientos ...viajando en un barco que vuela más allá del resplandor del horizonte….llevando la rosa cuajada de luz…como caricia del rojo atardecer…queriendo plantar siempre la esperanza en el pantano del destino…que abre la puerta abandonando la soledad…que no sabe si duerme o esta despierta …pero que en silencio sigue pintando cascadas de amor por ti…
Xiomara Beatriz
