
Viendo los arboles pasar…acariciados por el viento sosegado… preñado de brotes de primavera…los arroyos parecen cantar entre el paisaje exuberante…el corazón se entrega a la ofrenda…el sol calienta con vehemencia...la vegetación claman lluvia…los labios como rojas azucenas florecidas suspiran…el amor no detiene su vuelo de luz…la turba de la ciudad se aleja…el dulce gemido del mar en la orilla arrulla…desvelo de aves surcan el cielo…el azul se desparrama confundiéndose con el mar en el horizonte…vagan los pensamientos de deseos como pájaros errantes queriendo llegar a su destino…bálsamo de quimera llega con mística de entrega…derrumbando muros…acallando la voz con un beso…en el rostro ahora dormido…
Ella se pregunta…el caballo que en el camino se avista…el tiempo le parecerá eterno…la hierba reposa perezosa como manto salpicado de despreocupados insectos…los ojos siempre ávidos con curiosidad todo lo escruta…ningún libro puede trasmitir la hermosura de la naturaleza…ni los sentimientos poseídos por los enamorados con certera precisión…conspiradores versos quieren de la fronda de las emociones a todo contagiar…el silencio cansado de reinar como golondrina quiere emigrar al callejón oscuro de la espera…cuando el poema hace su aparición en el ingenuo lienzo...
Con tus versos y los míos se construyen un mundo imaginario…vamos vagando por este camino del amor con el ritmo del latir…ya no pálido…ni vendado…sino con el arrojo de la pasión como potro desbocado...nos lleva a una incompresible mezcla de emociones…sentimientos…que muchas veces nos ahoga…navegando entre multitudes de vocablos que solo revelan lo superficial de lo que nuestro corazón siente…sin poder contemplar la hoguera…ni las manos que se buscan…ni la desnuda alba en la mirada…solo lo presienten…cuando en la ventana de las letras se asoman…
Devorando el canto que los versos entonan…se cuestionan muchos…será acaso el amor un tórrido ropaje de un fugaz verano…en estos tiempos de pertinaz invierno en el corazón…pero el amor es como la marea…llega…se aleja…nos enojamos con el…pero se extraña…para volver a buscarlo…quizás pensamos solo lo encontraremos plasmados en los libros…y sin embargo…tu y yo no somos imaginación…como el viento también existimos...y obstinadamente queremos seguir consiguiéndole sentido a la vida…pues ese amor que imaginamos algún día ya no será furtiva quimera…
Xiomara Beatriz
Ella se pregunta…el caballo que en el camino se avista…el tiempo le parecerá eterno…la hierba reposa perezosa como manto salpicado de despreocupados insectos…los ojos siempre ávidos con curiosidad todo lo escruta…ningún libro puede trasmitir la hermosura de la naturaleza…ni los sentimientos poseídos por los enamorados con certera precisión…conspiradores versos quieren de la fronda de las emociones a todo contagiar…el silencio cansado de reinar como golondrina quiere emigrar al callejón oscuro de la espera…cuando el poema hace su aparición en el ingenuo lienzo...
Con tus versos y los míos se construyen un mundo imaginario…vamos vagando por este camino del amor con el ritmo del latir…ya no pálido…ni vendado…sino con el arrojo de la pasión como potro desbocado...nos lleva a una incompresible mezcla de emociones…sentimientos…que muchas veces nos ahoga…navegando entre multitudes de vocablos que solo revelan lo superficial de lo que nuestro corazón siente…sin poder contemplar la hoguera…ni las manos que se buscan…ni la desnuda alba en la mirada…solo lo presienten…cuando en la ventana de las letras se asoman…
Devorando el canto que los versos entonan…se cuestionan muchos…será acaso el amor un tórrido ropaje de un fugaz verano…en estos tiempos de pertinaz invierno en el corazón…pero el amor es como la marea…llega…se aleja…nos enojamos con el…pero se extraña…para volver a buscarlo…quizás pensamos solo lo encontraremos plasmados en los libros…y sin embargo…tu y yo no somos imaginación…como el viento también existimos...y obstinadamente queremos seguir consiguiéndole sentido a la vida…pues ese amor que imaginamos algún día ya no será furtiva quimera…
Xiomara Beatriz