martes, febrero 23

El Cerrojo...



Cuando sale la luz de la luna … abre sus brazos en mágicos destellos despojando de su vestidura la noche oscura…ribeteada de rojo se mira en las aguas marinas... se siente inmovilizada de ver tan teñida luna…recordó que la puerta que siempre estaba con doble cerrojo …un día sin llave la encontró …curiosa entro de puntillas pensando encontrar ocasos … temblaba …se decía como haré para caminar entre tan espesas brumas… con el alma apretada sosteniendo el pedazo de sol que en su pecho anidaba... confió a salvo continuar…los pasos resonaban sobre el frió mármol…ecos por doquier se producían …le pareció escuchar un gato maullar causándole cierto espanto…un fuego en la fuente central crepitaba en medio del salón ….venenosos silencios como escarabajos en la piel iban subiendo el clímax del miedo…

Leves corrientes heladas de pronto desatadas ...como espiga la hacían temblar ….igual que espuma de ola que avanza en medio de la nada...ella seguía…luego la detuvo… una tempestad de campanas…se escuchaban… no …no eran ... campanas…sino carcajadas…las bisagras gimieron estruendosamente al cerrarse tras su espalda…acorralada ...su corazón como pájaro queriendo tomar el inmediato vuelo …batía sus alas con desespero …una fria mano tomo la suya... atándole a una silueta… con extraño acento dijo… has echado tu carta en el buzón ...aquí me tienes …

Se sentía perturbada… pues todo parecía tener vida su alrededor …las paredes respiraban …el mínimo rumor se escuchaba …conspiradores ojos ocultos intentaban penetrarle el pensamiento…como ratón atrapado en un rincón se sentía …finalmente miro al directamente a los ojos de fuego que cerca tenía …en total elipsis la escudriñaba…de pronto las pesadas cortinas de su alma se abrieron… ciega quedo ante el resplandor de sentimientos…pensaba ella ver un inhóspito desierto…residuos de espectros…más un frondoso roble en su centro habitaba…un hechizante aroma a sándalo la envolvía comenzando a echar raíces el embrigante aroma en su alma… haciéndola víctima quizás de algún embrujo …ya no tenía miedo …sino un ardiente soplo la recorría de sur a norte…

Perdía su azul para ser rubí encendido ...ahora sentía el impulso de ser ave …balancease en sus ramas o ser susurro que entre ellas le acariciaran ……mientras le susurraba …acércate más …rugen los labios carmesí al unirse provocando tempestades…se agitan los frutos…danzan en el estío…se escuchan susurros místicos …vuelan como gaviotas sobre el mar bravío… se borra de pronto el tic tac del reloj …el sol ahora había descendido del cielo…mientras después de la barahúnda de universos colisionando pasaron a ser nubes que moraban mansamente en el cielo…de allí en adelante …ella jamás anhelo tanto escuchar unos pasos...ni el cerrojo nunca más lo encontró cerrado …

Xiomara Beatriz