Cuando bailaba danzando a solas entre versos y quimeras….ella pensaba que importa si su perenne compañía era un rastro de grafito palpitante de vocablos que antes que sus dedos le dieran vida… eran fantasmales figuras…copa llena ofrendada de lo que sus ojos percibían…se alzaban imponentes ante el inmaculado papiro…algunas veces esbozaban tímidamente sueños atemporales que entre abrían sus puertas prohibidas a ojos extraños
Fue recorriendo colores…aromas… soplando entre las nebulosas con curiosidad de niña intentando ver qué había detrás de su naturaleza luego del terrenal cambio…voces le convocaban trampa para los sentidos …como panecillo recién horneado lo percibes e incluso saboreas…sin tenerlo cerca…señales con mayestático ritmo… le marcaban el rumbo de otros universos
Más el destino como la marea a veces se pone altanero…ya no solo quiere flotar cerca de diez mil soles que cantan intensos renacimientos…su cuerpo como mosca atrapada donde su alma extasiada en telarañas de galaxias vuelve a ser fruta… como Eva se da cuenta que posee savia ardiente que sube…baja y también se derrama…toma de nuevo la esponja para bañarse de rojas auroras…rebelde…siempre rebelde…se entrega como lluvia desnuda que empaña los cristales al sentir el fuego que dentro de ella…por ti alberga.
Xiomara Beatriz
