domingo, mayo 17

El Camino



Caminar en el sendero, solo escuchado el sonido de las hojas de otoño crujir bajo mis pies,embriagándome de la armonía de antiguas melodías. Desplazarse en los recuerdos entre el silencio, que se va mezclando con el cantar de los pájaros posados en la Avellaneda.

Cobijando bajo las sombras de los sauces, van resonando los ecos de lo ya vivido en mi alma. Ellos se confunden con el soplido del viento que se cuela a través de la vegetación provocando un sonido como a flauta dulce. Se evoca en mí el resplandor del amor que fluye como río de luna plateada en todo lo que me rodea.


Y vuelvo a encontrarte allí, entre las sombras en las que un día me sumergí al verte partir, aunque mi vida siempre he tenido amor. Eras el amor vehemente, ese que te hace correr libre, descalza entre nubes queriendo alcanzar estrellas. Ese que se suele cantar en mis prosas, ese que se entregó un día y fue diluyéndose en el lenguaje. Ahora has vuelto a toparte en mi camino, me entrego a el amor que es radiante como el sol, desde donde voy dando pinceladas dibujando una pasión, ya no de meras ilusiones sino deliciosas realidades. Con el corazón desbocado que me hace sentir que puedo alcanzar una estrella en el firmamento, donde el albor de los sueños se estremecen de gozo cuando te veo...te sueño…te pienso. Y mi alma se perfuma mientras camino.Y evoco tu regreso, una sonrisa aflora en mis labios, como compendio de la alegría del mundo.


Xiomara Beatriz

1 comentario:

Anónimo dijo...

En mi camino
te interpuso la vida
como un regalo
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Las hojas secas
Crepitan como el fuego
Cuando las piso
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En el otoño
Mis pasos en el parque
No dejan huella
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Guardo silencio
Solo hablan las hojas
Que voy pisando