Su amor nunca dejara de cobijarnos
volverá una y otra vez
para susurrarnos en los oídos
aquellos consejos en nuestros días inciertos
o las palabras alentadoras que te invitaban a soñar
a seguir persiguiendo nuestros sueños
con la tenacidad y la fe
que ellos nos trasmitían desde su corazón
guiándonos siempre por la calle
muy transitada de la vida.
Quizás al recordarlos corra una lágrima
por nuestra mejilla pero al mismo tiempo sonreiremos al haber compartido sus corazones
ese que fue dejando huellas imperecederas
en el nuestro.
Xiomara Beatriz
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